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Cautiva - Testimonio de un secuestro
13 de Octubre, 2009 · General

Citas del libro Cautiva: Testimonio de un secuestro

caut

Me he animado a publicar mi testimonio en mi li libro “Cautiva” paraque quede para mi hijo y las nuevas generaciones que él represente,porque deseo un país en el que primen la reconciliación, el perdón, latolerancia, el crecimiento y la paz.
por Clara Rojas

Mi libro Cautiva: Me parece que el mejor legado que puedo dejara mi hijo es mi experiencia vital. Quiero que Emmanuel entienda que sumamá es una mujer feliz a pesar de la adversidad que afrontó y que, conla ayuda de Dios, tuvo la fuerza de superar.
Por Clara Rojas

Mamita,
Me siento confiada en que las cosas ocurren por alguna razón. Confíoplenamente que el estar con Ingrid, en medio de este conflicto tanabsurdo, de alguna manera permita que la vida se restablezca enColombia. Confía en Dios, todo el tiempo. Espero reencontrarnos pronto,
Tu hija del alma.
Por Clara Rojas

Yo seguía muda, me había impactado terriblemente ver nuestrosecuestro en televisión como un hecho consumado y contemplar elregocijo de los guerrilleros. Me acosté en la cama repitiéndome: “¡Diosmío, estoy secuestrada, sí, estoy secuestrada!”. Y se me escurríanlagrimones por las mejillas. Esaba agotada y la noche era oscurísima.Cerré los ojos y me encomendé a Dios, con la angustia en el alma, hastaque el sueño me venció.
por Clara Rojas

Aún hoy me resulta difícil entender cómo sobreviven lospobladores de aquellas zonas. Sin más caminos que los ríos, sinembarcaciones, sin suministros de comida, ni de medicamentos, sinropas, ni calzado apropiados, sin información, sin luz e…léctrica nicombustible para los alimentos, sin madera y las palmas húmedas que deallí se extraen y que continuamente son presa del gorgojo y el comején.
por Clara Rojas

Ahora, cuando pienso en aquel día, trato de recordar qué pasóentonces por nuestras mentes y no lo logro. Tampoco recuerdo quemantuviéramos ningún diálogo especial entre nosotras. La cruda realidaden la que estábamos sumidas era, sin duda, superior a nuestra capacidadde entendimiento.
por Clara Rojas

Muchas personas me preguntan si he cambiado o si sigo siendo laClara de antes del secuestro. Yo les digo que sí, que en parte sigosiendo la misma, sólo que con una cicatriz en el vientre y una huellabien honda en el pensamiento y en el corazón, que espero se logreborrar con el paso de los años. una inquietud en su corazón.
por Clara Rojas

Sí, agradezco a Dios la bendición que me ha concedido dereencontrarme con mi madre, con mi hijo Emmanuel, con mi familia yamigos, con todos los que más amo
por Clara Rojas

Cada mañana me despierto muy temprano con el piar de lospajaritos. En la sabana de Bo gotá, donde vivo, el aire es frío.Disfruto del paisaje de las montañas desde mi ventana, y no hay mañanaque no dé gracias a Dios por estar viva.
por Clara Rojas

El avión aterrizó y enseguida vi a través de la ventanilla quela pista del aeropuerto de Maiquetía, cercano a Caracas, estaba llenade gente. En torno a la escalerilla de la aeronave se habíaarremolinado una multitud de periodistas. Yo seguía mirando
ansiosa para ver quién se encontraba allí y por fin, a lo lejos, distinguí a mi madre que se acercaba caminando lentamente.
por Clara Rojas

En la relación con mi hijo, que por supuesto es un trabajopermanente y continuo, hemos avanzado mucho. Hoy nos sentimos muy bienjuntos y hemos alcanzado un grado de armonía y entendimientoimportantes. A principios de 2008 estuvimos viajando en familia duranteun periodo de mes y medio. Luego nos tocó concentrarnos en el tema dela salud, y una vez que completamos todos los exámenes médicos,establecimos un calendario de intervenciones pues los tres debíamospasar por el quirófano.
por Clara Rojas

Palabras claves
publicado por cautiva2012 a las 23:38 · Sin comentarios  ·  Recomendar

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13 de Octubre, 2009 · General

Acerca de la autora


Clara Leticia Rojas González (Bogotá, 20 de diciembre de 1964) es unaabogada colombiana, es la menor de cinco hijos del hogar RojasGonzález, estudió Jurisprudencia en la Universidad del Rosario. Fuejefa de debate de Íngrid Betancourt y junto a ella fue secuestrada porlas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC y nombrada comofórmula vicepresidencial de Betancourt para las eleccionespresidenciales de 2002 mientras se encontraba en cautiverio pordecisión del partido político al que pertenecía.

Rojas fue liberada el10 de enero de 2008 en la Operación Emmanuel llamada así en honor a suhijo Emmanuel Rojas quien nació durante el secuestro.

Clara Rojas en una heroína en todo el sentido de la palabra. Deforma genuina y natural ha plasmado en esta obra belleza y positivismoante una de las peores circunstancias en las que un ser humano puedaencontrarse. Cautiva es una obra digna de ser leída por todo aquel quedesee entender lo que significa luchar contra la adversidad.

Palabras claves ,
publicado por cautiva2012 a las 23:35 · Sin comentarios  ·  Recomendar

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13 de Octubre, 2009 · General

La Selva

La selva (extraído del libro Cautiva de Clara Rojas)

Confieso que todo aquello me tenía acobardada. Era demasiadocitadina y se me notaba. Cada día trataba de levantarme con mi mejorcara y elevaba mis brazos al cielo para agradecerle a Dios por estarviva, y por todas las cosas bellas que, a pesar de todo, había en esosparajes.

Pero cuando tocaba seguir caminando en medio de la terribleespesura de la selva, en aquellos terrenos tan inhóspitos, confrecuencia el sudor de la frente se me mezclaba con las lágrimas de losojos.Mesentía en el mismísimo fin del mundo y casi completamente sola. Aún hoyme resulta difícil entender cómo sobreviven los pobladores de aquellasapartadas zonas. Sin más caminos que los ríos, sin embarcaciones, sinsuministros de comida ni de medicamentos, sin ropas ni calzadoapropiados, sin ningún tipo de información, pues allí no llega ni latelevisión, ni la radio y menos aún la prensa, sin luz eléctrica nisuministro apropiado de combustible para la cocción de los alimentos,sin recursos para construir las viviendas más que la madera y laspalmas húmedas que de allí se extraen y que continuamente son presa delgorgojo y el comején.

Pero aquella espesa selva era nuestro entorno y no nos quedaba másremedio que tratar de sobrevivir en ella, a pesar de las dificultades ycarencias. Difícilmente podré olvidar la primera vez que vi un tigre decerca. Me causó una impresión enorme, a pesar de que estaba ya muerto.En las primeras semanas de cautiverio, el comandante que por entoncesestaba a cargo de nosotras, se las ingeniaba para recordarnos de vez encuando que estábamos en plena selva.

Y una mañana se presentó en elcampamento con una cabeza de tigre ensangrentada. Por el tamaño se veíaque pertenecía a un gran animal. Y al rato le vimos llevando al cuelloun collar del que pendían los colmillos que le acababa de extraer a lafiera.

Escierto, que a medida que transcurrían los meses, me fui adaptando avivir en ese entorno, siempre bajo el acecho de los animales. Unatarde, cuando estaba empezando a oscurecer, y yo estaba terminando devestirme después de haberme dado un baño en el río —por aquella época,al principio del secuestro, aún me permitían hacerlo— y de repente oíun grito fuer-tísimo, seguido de voces de guerrilleros como siestuvieran forcejeando. Me pregunté qué habría pasado para que seformara tanta bulla.Entonces vi a un grupo de guerrilleros arrastrando a una culebraenorme, de color dorado con vetas café, que tendría unos 6 metros delargo y un diámetro de, como poco, 50 centímetros, si no más. Lallevaban entre varios y aún así l
Palabras claves ,
publicado por cautiva2012 a las 23:33 · Sin comentarios  ·  Recomendar

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13 de Octubre, 2009 · General

“Desde la libertad” – 22 de Julio de 2008

Hacecasi seis meses que estoy libre. Todavía a veces me siento como dentrode un sueño. Cada mañana me despierto muy temprano con el piar de lospajaritos. En la sabana de Bogotá, donde vivo, el aire es frío.Disfruto del paisaje de las montañas desde mi ventana, y no hay mañanaque no dé gracias a Dios por estar viva. Cada día es lo primero quehago al abrir los ojos. Sí, agradezco a Dios la bendición que me haconcedido de reencontrarme con mi madre, con mi hijo Emmanuel, con mifamilia y amigos, con todos los que más amo. Me siento feliz de que porfin haya quedado atrás el secuestro, la retención forzada, elcautiverio. . . de que todo eso sea ya sólo un recuerdo.Y,ahora que mi vida ha recuperado la normalidad con la compañía y elafecto de los míos, me parece increíble que hasta hace poco, cuandoestaba pudriéndome en la selva, haya podido sentirme tan olvidada ysola.

Muchas personas me preguntan si he cambiado o si sigo siendo laClara de antes del secuestro. Yo les digo que sí, que en parte sigosiendo la misma, sólo que con una cicatriz en el vientre y una huellabien honda en el pensamiento y en el corazón, que espero se logreborrar con el paso de los años.

Aveces me asaltan sentimientos de melancolía, pero, por fortuna tengo ami hijo Emmanuel a mi lado. Naturalmente, habría preferido que no mehubiesen robado estos seis años de vida. Pero estoy viva. Viva paracontarlo. Cada cual cuenta cómo le fue en la guerra y en ésta yo soy unsoldado más. Y ésta es mi historia.

Encuenta el libro: Cautiva

Amazon: http://www.amazon.com/Cautiva-Captive-Testimonio-secuestro-Spanish/dp/1439159807/ref=ntt_at_ep_dpt_1

Barnes and Nobles http://search.barnesandnoble.com/Cautiva/Clara-Rojas/e/9781439159804/?itm=2

Palabras claves ,
publicado por cautiva2012 a las 23:32 · Sin comentarios  ·  Recomendar

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13 de Octubre, 2009 · General

Cautiva - Testimonio de un Secuestro

ClaraRojas fue secuestrada en el 2002 por las Fuerzas ArmadasRevolucionarias de Colombia (FARC) junto a la ex-candidata presidencialÍngrid Betancourt y liberada en el 2008 luego de casi seis años decautiverio. En su libro Cautiva, Clara cuenta por primera vez lahistoria de su secuestro, el milagroso nacimiento de su hijo Emmanuelen medio de la selva, el sufrimiento inmenso por haber sido separada desu hijo cuando éste apenas tenía ocho meses de vida, y finalmente elemocionante reencuentro con él tres años después.

Eneste desgarrador relato, Clara revela en detalle el dolor de dar a luzen medio de la selva en manos de un enfermero que antes sólo habíaatendido a animales, el cansancio de largas caminatas de hasta ochohoras a través de la selva, el miedo de no saber si terminaría viva alfinal del día, y su amistad con Íngrid Betancourt, que no sobrevivió ala prueba del secuestro.

Ésta es también una historia de fe que revela que Clara nunca perdióla esperanza de volver a ver a su hijo y que la ilusión de volverlo aver fue lo único que la motivó a seguir luchando.

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publicado por cautiva2012 a las 23:27 · Sin comentarios  ·  Recomendar

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